Intercambio de Ideas y Especimenes
El intercambio internacional siempre ha sido una parte importante de la misión de la Institución Smithsonian. A fin de obtener publicaciones de sociedades científicas, el secretario Henry ofreció a cambio la publicación Smithsonian Contributions to Knowledge. Henry y el subsecretario Baird también distribuyeron publicaciones de universidades, museos, sociedades científicas y expertos de Estados Unidos a sus homólogos en otros países. El Servicio de Intercambio Internacional se puso en contacto con la Dirección de Museos (Buenos Aires), la Comisión de intercambio Internacional (Rio de Janeiro), la Sociedad Económica de Amigos del País (Guatemala), el Museo Nacional (Ciudad de México) y la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores (Puerto Príncipe) para la distribución de publicaciones en América Latina.
Muy pronto encontraron también otros artículos que podían intercambiarse, como ésta figura Precolumbina, mandado al Smithsonian por José Zeledón de Costa Rica. Cuando el Congreso de Estados Unidos nombró al conservador de "colecciones oficiales" en 1858, Baird examinó el cúmulo de objetos guardados en la Oficina de Patentes de Estados Unidos. "Ningún país tiene una colección mejor de una zona tan vasta", escribió. Previendo que el comercio aumentaría y diversificaría la colección, propuso "distribuir los objetos repetidos entre otros museos americanos".
Estos programas de intercambio tuvieron mucho éxito. Para 1881, el Servicio de Intercambio Internacional había enviado más de 480 toneladas de publicaciones al exterior y había recibido más de 260.000 publicaciones y paquetes de libros dirigidos a instituciones estadounidenses. Entre los materiales recibidos estaba Viaje pintoresco y arqueológico sobre la parte más interesante de la República Mejicana, de Don Carlos Nebel, con bellísimas ilustraciones.
El Departamento de Antropología distribuyó numerosos objetos de sus colecciones entre museos, escuelas, bibliotecas y colecciones privadas de América del Norte, Central y del Sur. Desde fines de la década de 1850 se han intercambiado más de 13.000 objetos de interés etnográfico y 40.000 de importancia arqueológica con más de 400 instituciones de todo el mundo, muchas de ellas de América Latina. Louis Guesde, artista y ávido coleccionista de antigüedades de los indios taínos y caribes, recibió objetos del Smithsonian y donó un álbum de acuarelas con ilustraciones de una rara silla de madera tallada, un yugo hermoso de piedra y otros objetos de su famosa colección.
Los departamentos de geología, botánica, peces y mamíferos llevaron a cabo programas de intercambio similares, a menudo distribuyendo listas a instituciones y coleccionistas. El ornitólogo costarricense José Zeledón es otro ejemplo digno de mención. En su extensa correspondencia con Spencer Baird documenta numerosos intercambios, incluso de piezas de arqueología y pájaros de la región. Hoy en día el intercambio de piezas de museo sigue promoviendo el estudio del medio natural en las Américas.