150 Años de Investigaciones de la Smithsonian en América Latina

Durante los últimos 150 años, los científicos del Smithsonian han encontrado un campo fértil para investigaciones y exploraciones en colaboración en América Latina. Expediciones es una ventana abierta los científicos de las Américas.

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La Cooperación Interamericana

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Drawing of mosquito larvae

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A principios de este siglo, durante la construcción del Canal de Panamá, muchos trabajadores murieron de malaria y fiebre amarilla, situación que motivó la llegada de biólogos norteamericanos para combatir estas enfermedades. Algunos quedaron tan impresionados con la diversidad del entorno natural que más tarde negociaron la creación de una reserva natural permanente para continuar las investigaciones.

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Barro Colorado había sido una montaña hasta que, con la formación del lago Gatún, de servir como vertiente para el canal, se convirtió en una isla, un lugar apartado ideal para científicos y estudiosos de la historia natural. Cuando se construyó la estación de Barro Colorado, los viajes de estudios a los trópicos se volvieron prácticamente obligatorios para los biólogos norteamericanos. La República de Panamá ha encargado al Instituto de Investigaciones Tropicales Smithsonian (STRI) la custodia de una reserva natural de 4.900 hectáreas que rodea a Barro Colorado.

Photo of a crow gathered for the inaguration of Barro Colorado Island Biological Laboratory

El instituto de investigaciones fue colocado bajo la égida de la Institución Smithsonian en 1946, ampliándose sus programas e instalaciones para dar cabida a la paleoecología, la arqueología, el estudio de los bosques tropicales e investigaciones de la fauna y flora marinas. En la actualidad, los programas de capacitación del STRI y los recursos de que dispone para la investigación están al servicio de una gama muy diversa de científicos de distintos países.

Por medio de varios acuerdos internacionales se ha formalizado el papel de la Institución Smithsonian en la conservación de la naturaleza en América Latina. Después de la Conferencia Interamericana para el Mantenimiento de la Paz (Buenos Aires, 1936) y la Octava Conferencia Internacional de Estados Americanos (Lima, 1938), el gobierno de Estados Unidos creó la Comisión Interministerial de Cooperación con las Repúblicas Americanas y encomendó a la Institución Smithsonian la creación de un programa de "...conservación de la flora y la fauna del Nuevo Mundo a escala internacional" Asimismo, se iniciaron los planes para un laboratorio de investigaciones sobre conservación biológica en las Islas Galápagos.

Photo of Schmitt holding an iguana with a cactus in the background Image of a page of Schmitt's handwritten diary

Con la autorización del gobierno ecuatoriano, el Smithsonian comenzó los preparativos para el laboratorio en 1941. A la cabeza del proyecto estaba Waldo L. Schmitt, conservador de invertebrados marinos y veterano investigador del Museo Nacional de Estados Unidos que había mantenido extensa correspondencia con científicos de América Latina. Schmitt: conocía bien las Galápagos: había participado en las expediciones de Hancock en los años treinta y había acompañado a Roosevelt en calidad de naturalista en su crucero de 1938 a las islas. Tras dos viajes de reconocimiento en 1941 y 1942, decidió que el mejor lugar para instalar el laboratorio era la isla South Seymour, pero la segunda guerra mundial interrumpió los planes. En los años setenta, la Institución reanudó sus intentos de proteger las Islas Galápagos por medio de la Fundación Charles Darwin.

Photo of Matthew Stirling next to a rockPhoto of Marion Stirling next to an artifact that is being excavatedUno de los primeros esfuerzos de conservación de culturas humanas fue el estudio de Matthew W. Stirling, en los años treinta, de los jíbaro de las Amazonas y los kuna de Panamá. Su interés en la civilización olmeca, que se remontaba a su época de estudiante, se debía a una máscara de jade azul que Thomas Wilson había descrito en el informe anual de 1896 de la Institución Smithsonian. Cuando comenzó a trabajar en el Museo Nacional de Estados Unidos, en 1921, lo sorprendió la cantidad de piezas de jade azul... puesto que no las hay entre las muchas otras piezas de jade de México, aunque se las encuentra en Costa Rica".

Image of four stone facesEn 1932 vio una fotografía de la única cabeza colosal olmeca que se conocía en ese entonces, descubierta por José Melgar en 1862. Stirling estaba convencido de que la máscara de jade azul y la cabeza estaban relacionadas de alguna forma, y por ello quería excavar en el lugar donde estaba emplazada la cabeza. Los resultados de sus excavaciones fueron publicados en Stone Monuments of Southern Mexico. Bajo su dirección entusiasta, el Smithsonian y la National Geographic Society iniciaron en 1938 un proyecto conjunto de investigación en la región olmeca que duró dieciséis años. Los extraordinarios monolitos descubiertos en Tres Zapotes y La Venta causaron gran conmoción en los círculos arqueológicos y plantearon toda una serie de problemas de suma importancia para la comprensión del pasado.

Image of carved basalt artifactEl hallazgo más controvertido de Stirling fue una losa con una cara de jaguar típicamente olmeca tallada en un lado y una fecha de estilo maya del otro lado. La losa estaba rota, de modo que sólo una parte de la fecha era legible, pero Stirling arriesgó una conjetura. Según sus cálculos, era una fecha muy anterior a la cultura maya, que en esa época se creía que era la cultura madre de Mesoamérica. Stirling y otros expertos en la materia, entre ellos el dibujante Miguel Covarrubias y el destacado arqueólogo mexicano Alfonso Caso, creían que los hallazgos espectaculares de La Venta y Tres Zapotes pertenecían a la cultura más antigua de Mesoamérica. Décadas después del descubrimiento se comprobó la exactitud de la conjetura original de Stirling con la técnica de determinación de la antigüedad con carbono 14 y con el descubrimiento de la otra mitad de la losa con la fecha tallada.

Photo of excavation of jade offering Stirling trabajó en ruinas olmecas desde 1938 hasta 1955 con varios arqueólogos del Smithsonian, entre ellos Philip Drucker, Duncan Strong y Waldo Wedel. Este proyecto de larga duración cimentó las relaciones con varias generaciones de arqueólogos mexicanos, y las investigaciones en cooperación iniciadas por Stirling continúan hasta la fecha. Rebecca Gonzales Lauck, arqueóloga mexicana que reabrió las excavaciones de La Venta hace varios años, ha hecho estudios de las fotografías y los apuntes originales de Stirling, Drucker y Wedel, que se encuentran en los Archivo Nacional de Antropología del Smithsonian.

Photo of a jade spoon